lunes, 8 de febrero de 2016

Lo que le pasa al chimp en el año de... el chimp Vol. 4

Lo que le pasa al chimp en el año del chimp Vol. 4

Fondo musical: Die Antwoord - Enter The Ninja 
Mood chart: no quiero nada, ya no necesito tanto.

¡Este es mi año!

Me cogió de sorpresa, me llegó el deadline y ni me enteré. Por alguna extraña razón pienso que es mejor así. Tal vez no hubiera querido llegar preparada a la hora de la verdad, como dicen las predicciones de este año běn mìng nián, que literalmente significa «en esta vida». Al parecer llegó mi pascua tan esperada, el momento decisivo en el que me libero del karma... o no.
No sé si estoy preparada, si realmente evolucioné y me llené de inteligencia emocional en estos 35 años de vida, no estoy segura que tan cerca estoy de la perfección, le temo constantemente a medir esa distancia, me llena de vanidad y arrogancia. Pero la busco, sería absurdo negar que me gusta el control y la claridad pero se que entre más me lleno de respuestas y certezas más lejos estoy de la humildad y asimismo de la perfección. Por que estar lleno es insuficiente y lo que yo busco NO es la perfección, es la suficiencia.

Y como para encontrar la suficiencia hay que estar en constante medición, he releído mis notas de años anteriores, puedo decir de ello que cada vez necesito menos, no por que ahora quiera menos cosas sino porque mis deseos se han cumplido. 

En el 2012, año del dragón de agua pedí: mi vida de vuelta. (Please, Please, Please, Fiona Apple)
En el 2013, año de la serpiente pedí: volver a soñar. (Eclipse, Robyn)
En el 2014, año de la caballo pedí: ser feliz con poco. La suficiencia. (Giving up on love, Slow Club) 
En el 2015, año de la cabra pedí: silencio en mi cabeza. Tranquilidad. (Por eso no tome notas pero hice un árbol de deseos)

Este año al ser tan decisivo como suena ser, deseo cerrar ciclos. Quiero incluso no querer nada. 

Todavía me cuesta expresar lo que vengo sintiendo de un tiempo para acá, porque no quiero sonar arrogante, pero no quiero nada, no necesito nada y siento que me sobran muchas cosas.
Alguna vez pensé que quería que la vida me diera en creces lo que me quitó, pero hoy sé que la vida me dio la oportunidad de tener algo. La vida no me lo quito. La vida no me debe nada, yo estoy en deuda con la vida. Desde que vi la suficiencia en en el acto acto de querer o desear, cada día siento que es posible pagar la deuda de cada cosa obtenida, cada deseo cumplido, cada meta lograda, cada sueño vivido, y recuerdo en mi cabeza las palabras de mi mamá: El que paga lo que debe sabe lo que tiene. Pero hacer ese ejercicio con algo que no sea dinero, sino con experiencias, oportunidades, decisiones o sueños es otra cosa, es una tarea de titanes, es vivir en el arte del kung fu.  

En el 2016, año del mono de fuego pedí: ser ninja. (Foo Fighters - Kung Fu Fightin)