viernes, 10 de febrero de 2012

Midiendo calles

Fondo Musical: Suflan Stevens, I Walked
Mood chart: en piloto automático y a punto de desactivarlo.



Por que todo es nuevo, por que ya no hay rutinas, por que estoy sola y por que me pican las cobijas. Por eso ahora camino, aunque han sido pocas veces, la verdad es bastante pretencioso decir que ahora camino, mejor voy a rectificarme y decir que he salido a caminar.
Pocos saben que lo he hecho, por vergüenza no le he contado a muchos, no soy una persona areóbica, lo que me conocen bien saben que el ejercicio no es lo mío. El estado físico me traiciona en cualquier esquina, pero esta vez el que me traicionó fue el corazón. Tengo la cabeza tan revuelta que una vez me pongo los audífonos, los tenis y salgo a camina, en la tercera esquina me pongo a llorar. Afortunadamente entre la rinitis y el ahogo, se camufla la tristeza y así los transeúntes no me abordan a preguntar si todo está bien, aunque no lo está. Pienso demasiado, por eso no me gusta meditar, intento alejarme de esos espacios de reflexión tanto como de los gimnasios, me deprimen, me dan tiempo para pensar, por eso cuando me baño hago listas de tareas, por eso cuando pelo papas, vigilo la olla del arroz, por eso cuando voy en el bus oigo mis clases de francés, no me gusta pensar de más, por que me quedo pegada, patino.
Ayer patiné, recordé que Beto cada vez que me llamaba a contar que andaba "midiendo calles" que era como él le decía a salir a caminar, las cosas andaban mal. Soñé con él, al menos eso creo, por que no recuerdo el sueño, solo la ultima imagen, era en una esquina cualquiera, yo tenía la respiración acelerada, como si viniera caminando desde hace rato y él doblaba una esquina y quedaba en frente mío. Y me desperté. Parecía "midiendo calles" y pensé que de pronto en eso anda, caminando, como cuando caminaba. Y pensé que si la muerte es caminar, estar errante, andar, o por lo menos no estar acá, a él le debe gustar; cuando se iba a caminar, aunque fuera por que las cosas no andaban del todo bien, era lo único que lo tranquilizaba, lo ponía bien, lo nivelaba.
De ser así, yo no estoy nada lista para morir. No sé caminar, no sé no estar, pero tampoco sé nada de nada; por lo que tampoco creo estar lista para vivir. Como no se muy bien que hacer para no pensar mientras camino, me concentro en la música, me elevo en cada canción, pero es ahí en donde me traiciona el corazón.
Hoy te recordé y aunque no quise patinar en la idea del error, de si es una equivocación, decidí dedicarte la canción.

Naranjo en flor


Era más blanda que el agua,
que el agua blanda,
era más fresca que el río,
naranjo en flor.
Y en esa calle de estío,
calle perdida,
dejó un pedazo de vida
y se marchó...

Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamiento...
Perfume de naranjo en flor,
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento.
Después...¿qué importa el después?
Toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado,
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.

¿Qué le habrán hecho mis manos?
¿Qué le habrán hecho
para dejarme en el pecho
tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda,
canción de esquina
con un pedazo de vida,
naranjo en flor.