miércoles, 13 de julio de 2011

De lo difícil que es compartir la medida exacta: la suficiencia

Moodcahrt: Con el corazón arrugado y apretando


"Protect your heart, is keeping you alive"

Entonces te ves en la cocina de nuevo, mesclando la receta que ya sabes de memoria, que aunque tienes el libro a la mano para chequear los ingredientes, vas a la fija, ya lo has hecho antes. Has decidido cocinar eso de nuevo, por que te gusta, por que que te queda bien, por que tienes todos los ingredientes necesarios o por que es una ocasión especial. La motivación al principio no importa siempre y cuando quede bien. Pero entonces antes de enmoldar y hornear, decides probarlo y entran las dudas, casi siempre es cuestión de una pizca. Falta una pizca de sal, falta una pizca de de azúcar... El problema es la medida. Todo el tiempo estoy midiendo, todo el tiempo estoy buscando que sea suficiente. Hay quienes odian que la gente pruebe mientras cocina, eso de chuparse el dedo no está permitido por las normas del INVIMA, pero que más da lo importante es la medida. Muchas veces probar para medir no es lo más grato, la receta puede estar desabrida o demasiado dulce o demasiado salado. 
Ojalá no esté lista, por que el demasiado es muy difícil de solucionar, cuando lo que se busca es lo suficiente.
Con el corazón pasa lo mismo, hay que testear, buscar la suficiencia de una relación tal vez no sea lo más grato, por que lo más grato es perderse en el sentimiento, pero eso sería egoista y al final solo tendríamos una fuerte indigestión, por que de nuevo el corazón queda en la panza y el exceso o la ausencia de amor, produce indigestión. Pero entonces la receta de amor , es probada por dos, uno que dice está listo sirvamos y el otro que se sienta a la mesa y pide el salero. Válido, molesto pero válido. 
Para él que decidió que estaba listo a su criterio y para él que se sentó a comer pero en el medio se dio cuenta que no era suficiente. 

Entonces:
Él pidió el salero y la otra persona le dijo —tanta sal hace daño.
Él lo volvió a probar y se dio cuenta que de pronto si era suficiente.

Al final de la comida, los dos estaba contentos, agradecidos, seguro satisfechos...