domingo, 30 de agosto de 2009

UN PIROPO



Richard Avedon photographs Sophia Loren, New York, 1966 (Para Ana)
"We all perform. It's what we do for each other all the time, deliberately or unintentionally. It's a way of telling about ourselves in the hope of being recognized as what we'd like to be." Richard Avendon, 1974
Este post es un sitio al que vuelvo para agarrar fuerzas cuando pierdo las luces... es sabio y me hace repensarme.
Ese día contesté a ese piropo así:
Yo estoy de acuerdo con todo lo que dice aquí, solo que a veces la gente trabaja para figurar y en eso si no estoy de acuerdo, el estilo en cualquiera de los campos del arte, y pensando que el diseño es un campo funcional de el, son creo excusas que los artistas hemos creado para evitar el olvido, lo peor que le puede pasar al ser humano es olvidar y en su defecto ser olvidado, incluso por si mismo, pero cuando el estilo se convierte en una condena es hora de innovar. Ahora lo que le pasa acá a Richard es algo que creo es lo mejor paga de esto y lo mas bello que le puede de pasar a un artista y es que su trabajo se convierta en la escenografía de su vida, que su pasión sea su telón, eso es lo que yo espero me pase algún día... Gracias, te quiero.

Últimamemente he estado pensando en los piropos, y en cómo soy pésima haciéndolos y recibiéndolos.
Desde que me argollé, he sentido la necesidad de volver a ser sexy sin ser infiel, y es jodido, muy jodido.
Cada vez es mas frecuente que sienta la necesidad de presentarme con mi nombre de casada: Anita de Suarez. Lo cual es patético, no es mi culpa que me sigan gustando los niños y se me suba la patica cuando saludo. Pero tampoco es mi culpa ser sus-anita. Los hombres no entienden cuando les muestro el dedo, eso ya no es como antes, que la gente con la argolla sembraba sus propias fronteras. En esta serie que estamos viendo con Beto, Mad Men, que está recreada en los 60's, todo es más fácil, la gente mira el dedo y sabe hasta donde llegar, o se esconde la argolla en un bolsillo y llega lejos. Todo es simple y claro.
Yo no me escondo la argolla, pero aun así tengo que aclarar que soy casada, y me enrollo un resto dando explicaciones que nadie a pedido, para al final sentirme una total goofy sabiendo que solo estoy siendo gay friendly... Goofy hasta el final.
Cuando se trata de un piropo profesional, no el de un dandy, sino uno como estos en donde elogian mi trabajo, me pongo arrogante, contesto cualquier nerdada, y al final solo dejo el sinsabor de una pésima actitud de trabajo en equipo.
Cuando se trata de un piropo de coqueteo, de esos que al final pueden solo querer saber hasta donde llega la frontera, me pongo fea, a veces hasta agresiva, soy como una cerca. a veces de púas, otras veces de alta tensión, pero sobre todo me sale ese letrero por los ojos que dice PELIGRO (cerca eléctrica), aunque en realidad significa PELIGRO (cables cruzados).
Cuando se trata de un alago no de un piropo, no soy mejor persona, actuó como una niña chiquita, evadiendo cualquier intento de que el alago se vuelva piropo de coqueteo, si saben para hacer sentir extraño al otro, de esos extraños que rayan con enfermos, o pedófilos, en fin no se como lo logro peoro lo logro, un momento que puede ser bonito, lo puedo convertir en algo tenso, hielo...
Y cuando en realidad me gusta el piropo, es decir cuando la persona en cuestión me logra poner roja, entonces vuelvo a ser goofy de nuevo, yo nerviosa soy una lora mojada, es como si entrara en modo stand up comedy, no aro de hacer chistes, y no necesariamente buenos, creo que el cuenta huesos es una buena idea de una imagen mental de como soy yo coqueta.

En fin en mi vida he tenido esta pregunta existencial varias veces en mi cabeza: ¿Si fuera sexy, cómo sería?
Cuando no tenía ni indicios de un cuerpo de mujer, decidí ser interesante, es decir una cara de nerd, sigo con esa maña desde esa época. Cuando me desarrollé como dirían las mamás, decidí no ser sexy. Cuando supere tener tetas, decidir no ser la tetona, entonces me corté el pelo chiquitico, y ser una mezcla de rapera-bohemia. Pésima elección para una quinciañera. Excelente elección para una ñera. Pero encontre parte de mi sexapeal en el pelo, así que esperé a que me creciera y me lo corté como Farra Faucet, hasta me hacia sus bucles de los ángeles de charlie y todo. Después fui muy gorda y decidí no ser sexy, y en ese yo yo de la sensualidad me la he pasado toda mi vida. Ahora la pregunta se compone más o menos así: ¿Si fuera argolladamente sexy, cómo sería? seguramente decida no ser sexy.

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1,2,3 probando...
Si funciona...
Creo que abrí una puerta!